El Uritorco (uritu urqu = "cerro de los loros" en quichua santiagueño es un cerro de 1949 msnm en el centro de la Argentina, situado en el norte del Valle de Punilla, próximo a Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba, accesible por las rutas RN 38 y provincial 17. Su cumbre es la máxima elevación de la Sierras Chicas, llamada antiguamente Viarava. Es considerada la sexta Maravilla Natural de Córdoba.
El cerro fue formado por bloques paleozoicos fallados y ascendidos. En sus cercanías (ladera norte) se encuentra "Los Terrones", Parque Autóctono, Cultural y Recreativo, lugar de relevancia histórica, cultural y paisajística. Qizás se trataría de una falla geológica que realmente llama la atención por su distinta composición terrestre, el colorido y la variación de distintos estrechos y pasadizos por el desgaste eólico o marítimo, que dan la forma de un "paisaje encantado"; otros lo denominan "un lugar para el asombro". También culturalmente estas tierras fueron habitadas por algunos integrantes de etnias como los comechinghones, que habitaban en toda la provincia de Córdoba, como por ejemplo el cerro Pajarillo, de 1690m, el segundo más alto de las Sierras Chicas, y en el valle de Ongamira o las Grutas de Ongamira, que hasta el siglo XVI fue lugar de asentamiento de la cultura de los comechingones.
Desde el cerro Uritorco descienden numerosos cursos de agua, muchos en forma subterránea, llegando a formar termas; entre estos cursos se destaca el pequeño río Calabalumba —casi seco durante el estío— que se dirige hacia el oeste pasando por Capilla del Monte.
Paisajísticamente, el Uritorco presenta grandes atractivos. Para comenzar, se destaca como una mole de abruptas laderas entre las otras montañas. Durante los atardeceres de las jornadas despejadas, precisamente en el momento del ocaso solar, gran parte de las laderas toman un brillante color dorado. Desde su cumbre se tiene un magnífico belvedere de los valles que lo rodean. El mirador se ubica sobre el nivel más frecuente de las nubes; sin embargo, éstas no suelen impedir la visión de las tierras bajas, ya que las rachas de viento fresco constantemente crean zonas despejadas entre las nubes o su caligine. Es frecuente ver planear en torno a la cumbre a cóndores y jotes.
Durante los inviernos, el Uritorco se encuentra cubierto de hielo y nieves. Durante el otoño (de abril a junio), en cambio, el paisaje se torna amarillo y cobrizo a causa de los quebrachos colorados y de los follajes de los árboles caducifolios.
El Uritorco es conocido por prácticas esotéricas frecuentes y, en décadas pasadas, por los avistajes de OVNIs referidos por locales y turistas. En enero de 1986 el gobierno local difundió fotografías y artículos sobre una zona del Cerro El Pajarillo donde la vegetación resultó quemada, sosteniendo que un OVNI la había provocado. Desde la década de 1950 existe el mito de que una ciudad subterránea (Erks) yace bajo el cerro y alrededores. Un grupo de profesionales y místicos de La Plata exploró la zona extensivamente en pos de esta ciudad subterránea. En los '80, el noticiero amarillista Nuevediario y otros medios fomentaron la mitología extraterrestre.
Ciertos avistajes de luces podrían explicarse por la presencia de terrenos piezoeléctricos, ricos en cuarzo, feldespatos, turmalinas, capaces de acumular importantes cargas a causa del estrés tectónico, cargas que podrían generar plasmas o fenómenos similares al producirse movimientos de muy baja magnitud. La teoría de los Pulsos Tectónicos, que incluye estos conceptos, creada por J.S. Derr y M. Persinger, y en su forma más original por geólogos japoneses, fue informalmente comunicada en los 1990 como la solución al enigma de las Luces del Uritorco.
En 1934, en las cercanías del cerro Uritorco habría sido hallado un bastón de piedra, al que se llamó Bastón de Mando, que según se cuenta fue ordenado construir con la piedra de basalto por el Gran Cacique Voltán de los Comechingones hace más de 8.000 años
Se dice que en otros tiempos, vivía en estas tierras un nativo joven y fuerte, víctima del enamoramiento hacia la hermosa hija de un hechicero. La muchacha correspondía este sentimiento, pero el viejo chamán guardaba a su descendiente como la más preciosa posesión, por lo que jamás aprobó dicha relación. Los jóvenes, sin embargo, se dieron a la fuga, huyendo del padre transformado por sus poderes en una presencia demoníaca lanzada en persecución de los enamorados.
Tras un largo escape, ambos fueron alcanzados y recibieron la impiadosa condena del hechicero. él debió tomar la forma de un cerro, mientras que ella fue transformada en un río cuya naciente tiene lugar en la mismísima montaña. Así, el otrora joven Uritorco se ve día tras día obligado a soportar sobre su cuerpo el llanto constante de su amada Calabalumba recordándole para toda la eternidad el precio de su amor prohibido.